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El mecanismo se pone en funcionamiento

O lo que es lo mismo, el negocio arranca. Me explico:

Una cosa es abrir un local y empezar a vender un género comprado hace años, del que ni recuerdas el coste, y otra, empezar a alimentar el negocio. Porque los negocios, y bien lo saben los emprendedores, son entes hambrientos. Y eso significa que hay que alimentarlos. Y yo acabo de empezar a alimentar al mío.

Hago esta pequeña introducción porque es a partir de ahora cuando hay que ir reservando una parte de la facturación final para reponer el género que se va vendiendo; y es el momento en el que uno puede empezar a ver la viabilidad o no del proyecto. Una cosa queda clara: si hay que empezar a reponer género, es porque algo se ha vendido. Y hasta ahí puedo leer, ja, ja, ja…

Cambio de tema para reiterar mi sorpresa por el cambio de clientela respecto a la anterior tienda en el barrio judío. Cada vez me visitan más toledanos, unos para comprar, que son muy bienvenidos, y otros simplemente, para ver el local, que también son bienvenidos. Hasta descendientes de José Vera han venido¡¡¡

Aprovecho para recordaros que, aunque tengo gran parte de mis piezas en esta web (www.toledoantiques.es), es en Instagram donde podéis ir viendo las piezas que voy incorporando casi en tiempo real, pues me resulta mucho más cómodo subirlas allí. Me encontraréis como «toledoantiques». (¡Qué original!).

Bueno, mi compromiso es no aburriros más de diez minutos así que me despido desde mi pequeña pero preciosa tienda. Hasta la próxima semana¡¡¡

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