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Una obra de arte: daga de mano izquierda

Pues retomando la última entrada, referente a la Fábrica Nacional de Armas de Toledo, me gustaría presentaros por aquí una de mis mejores piezas: una daga de mano izquierda, también llamadas dagas de vela o dagas de misericordia. Corresponde a un modelo fabricado en Toledo en la década de 1890, pues fue un regalo hecho a un importante personaje en el año 1901.

La hoja de la daga mide la friolera de 47 cm de larga, la pieza completa, 61cm, para que os hagáis una idea del gran tamaño que tiene. Está grabada en oro al ácido, y en la guarda de la empuñadura tiene el escudo de la República Argentina. El simbolismo de este escudo nos lo explica Marcelo Cantó en su web, y nos dice lo siguiente:

«La forma elíptica del cuerpo de este escudo (uno de los primeros escudos patrios en el continente americano) se corresponde con la vista del perfil superior de una cabeza humana ya que a ella se acomoda una laurea, tal escudo elíptico se halla dividido en dos campos: el de la mitad superior es de esmalte azur (azul celeste) y el de la mitad inferior es de esmalte plata (blanco), es decir: los colores de las franjas de la bandera argentina.

A este diseño basal se suman otros símbolos. A los antebrazos humanos que estrechan sus manos diestras se le atribuye el hermanamiento de las provincias conformantes de las Provincias Unidas del Río de la Plata, antecedentes directos de la actual República Argentina; el gorro frigio dirigido hacia la izquierda (signo jacobino), de gules (o punzó), simboliza la libertad y está sostenido por ambas manos de una pica vertical simétrica en medio de los campos del escudo que simboliza el compromiso de las provincias de defender la libertad (en la Antigüedad romana existía la ceremonia por la cual alguien era reconocido libre al ser tocado con una pica en su cabeza). El Sol de Mayo que en el escudo está ubicado cual timbre en forma de Sol Naciente acorde con las frases del Himno Nacional Argentino: Se levanta sobre la faz de la Tierra una nueva y gloriosa Nación, tal sol está predominantemente pintado en esmalte oro, y dibujado con rayos rectos y flamígeros alternados simboliza la nueva nación. La Laurea (o los laureles) dispuestos como coronando la cabeza de todo argentino o argentina representan la victoria y triunfo en el logro de la independencia, y como reza el Himno, deben ser mantenidos. Por último, la cinta en forma de moño (otro signo de unión) con los colores azur (en este caso: azul-celeste) y plata (blanco), los mismos de los cuarteles del escudo, representan la nacionalidad argentina que se emblematiza en los colores de un cielo diurno.»

Una vez explicado el simbolismo, os comentaré lo curioso de la pieza. Fue un regalo hecho por el Ayuntamiento de Toledo al Intendente de Buenos Aires el 30 de abril de 1901 cuando visitó, acompañado de su hija, la ciudad de Toledo. El nombre de este personaje era Adolfo Bullrich, y como curiosidad, una bisnieta o tataranieta suya, Patricia Bullrich, fue ministra con De la Rúa y Macri en Argentina, hasta el año 2019; vamos toda una saga.

Supongo que muchos os preguntaréis cómo sé que ésta es la daga que se le regaló a este señor en aquel viaje, pues, ciertamente, no tengo ningún papel que lo acredite. Y aquí empieza la investigación (que no es mía, si no de la persona que me vendió las pieza). El escudo argentino grabado en una pieza cuyo modelo se fabrica a finales del siglo XIX, le llevó a buscar en la prensa del momento algún acontecimiento relacionado con la Répública Argentina que justificara tal inusual trabajo, y fue, en un periódico de la época, llamado La Campana Gorda, donde encontró una crónica en la que se detallaba escrupulosamente la visita, y cómo la sociedad toledana se volcó y agasajó a tan ilustre visitante, con recepciones oficiales en la misma estación de trenes por donde llegó y en el Ayuntamiento. También nos cuenta como la daga se le regaló junto a una espada toledana. Os invito que leáis las crónicas en las fotos de prensa que acompañan la entrada porque es realmente curioso.

Espero que os guste, y en breve os adelantaré planes personales de futuro, pues este dichoso virus está perturbando a todo el mundo, anticuarios, cómo no, incluídos. Y si Alá no va a la montaña, la Montaña tendrá que ir donde esté Ala.

Pues hasta aquí la entrada de hoy, buena semana a todos, y si alguien quiere que le mande más fotos de esta preciosa daga, que me las pida y se las mandaré encantado¡¡¡